Actualmente estoy en el último mes de mi embarazo, y en esta etapa parece que todo es mas incierto …

Durante los primeros 4 meses del embarazo empece a vivir depresiones profundas por las dinámicas de convivencia que tenía con mi pareja, y todo lo que la gente que estaba a mi alrededor me decía al saber mi situación sentimental con él, era: «debes pensar solo en tu bebé», «lo más importante es que ahora solo te enfoques en sentirte feliz porque todo eso le transmites a tu bebé»… recibí «N» cantidad de vídeos de como afectan las emociones de la mamá al bebé … En esos momentos sentí mucha impotencia pues todo lo que pasaba y como lo estaba viviendo era más grande, más pesado de lo que yo podía manejar, y empecé a sentirme culpable por que no disfrute como había esperado las etapas del embarazo, por leer y escuchar todas las consecuencias que tenía el yo sentirme emocionalmente inestable y decaída … tenía sentimientos encontrados pues pensaba: » en dónde quedo yo?», «en que momento me debo abandonar y solo pensar que el estar embarazada tiene que hacerme sentir feliz y solo ver ese momento?» ( y no me mal entiendan, definitivamente son muchas emociones bellas el estar embarazada, y te hace vibrar y sentir algo diferente… pero ser madre no me representa por completo ). Me parecía que cada que escuchaba o leía a la gente diciéndome que solo me enfoque en lo que le transmito a mi hijo me abandonaba, era como si lo más y único importante tenía que ser el estar embarazada….

Durante estos meses asistí a terapia psicológica, terapia en pareja, platicas matrimoniales religiosas, ( por si pensaban que solo me quede sintiéndome deprimida y sin hacer algo al respecto … ) y mucho de ello me ayudo a identificar que muchas veces para la pareja o gente a tu alrededor es muy fácil decirnos, en general que si hay algo que nos moleste, incomode o haga estar de mal humor o poco tolerantes, SIEMPRE,SIEMPRE resulta ser culpa de las HORMONAS.

Resulta que es más fácil «culpar»/»hacer responsable» a otro que darnos cuenta de cuanto aportamos nosotros para el bienestar en otra persona.

Con cada vez que platicaba con mi pareja y le expresaba como me sentía respecto a algunas actitudes de él frente a mi, siempre resultó que mis hormonas por el embarazo eran las culpables de SER YO poco tolerante ( y no, no lo escribo desde un victimismo pues tengo claras mis reacciones frente a todas las adversidades y las veces que no aporte bienestar)

Me enfrente a mi, a darme cuenta que aunque llevo varios años tomando terapia, leyendo para cambiar patrones, tener inteligencia emocional, haciendo talleres y tratando de tener un trabajo personal más sólido me he dado cuenta que aunque estoy en el camino me falta mucho por entender y cambiar. Frente a esto descubrí que para muchos es muy fácil decir: «de qué le sirve leer tanto, o tanta terapia, o tanto curso si al final sigue «igual», reaccionando del mismo modo siempre», que siempre será más fácil juzgar y señalar a otros antes de sentir empatía. 

Termine el año 2019 sintiéndome destruida y rota por dentro, por que la decisión de mi pareja fue que quiere continuar su vida solo, y solo «ver» por el bebé… Durante todos estos meses me concentré tanto en poder mantenernos cerca y unidos como familia, y NO, no lo pensé solo por mi hijo, o estar para que «la gente no hable», no me da miedo el «qué dirán» (al final tristemente podría decir que no seré ni la primera ni la última madre soltera ) o solo quedarme junto a él para tener con quién dormir, o que solo mi hijo piense que familia es que tus padres vivan en el mismo techo…. No quería que ambos nos perdiéramos en una situación de ego y orgullo, pues desde mí creo que ambos somos algo más que las peleas, que podemos darle estabilidad (en todos los sentidos) a un ser humano que seguirá nuestros pasos, que podemos ser ambos a quién nuestro hijo busque en cualquier momento de la vida, que podemos enseñarle la esencia del amor… en fin eso es lo que YO quiero, espero y trato de cultivar…. Frente a sus decisiones respecto a mi, a la dinámica de convivencia que él espera tener con su hijo, me hace sentir aún más rota por dentro, con más tormentas emocionales pues claro que siento muchas ganas de dejar que me domine el enojo, de gritarle, de no tener paciencia, de no demostrar amor, de hacerle sentir el filo de mis palabras y simplemente descargarme … y sale mi otra parte que me pide que entienda que cada quién vive el proceso de diferente forma, que no ayudaría en nada a ninguno que solo me dejara llevar por el ego y orgullo ( que debo admitir muchas veces critico tanto eso en él ) que no se trata de enfocarte solo en el «problema», que yo puedo marcar un cambio y mostrar más compasión…

En estos primeros 16 días de este año 2020 me he dedicado a permitirme sentir, a permitirme llorar y desahogarme con toda la tranquilidad de no quedarme con nada disfrazado dentro de mi, hice sola todo aquello que le pedía pudiéramos compartir ( sesión de fotos de esta primera etapa en ambos, molde de la panza de embarazo, comprar la cuna de nuestro hijo, buscar accesorios para nuestro hijo….) y todo eso que me hubiera gustado vivir junto a él, trabajo constante con todas las herramientas que necesito para tratar de mantenerme en el camino de las consciencia, de no solo enfocarme en lo mental … y sigue siendo una lucha no sentirme deprimida por mi entorno,y vivir el proceso …